CONSEJOS NUTRICIONALES.
INTRODUCCIÓN: Actualmente, debido a la pobreza en nutrientes de los alimentos a causa de los procedimientos de cultivo modernos, a los métodos de procesado industrial, y al hecho de que estamos expuestos a más factores oxidativos ambientales y de estrés psíquico que en la antigüedad, los alimentos por sí solos no pueden cubrir la demanda de micronutrientes, solicitada por nuestro organismo para mantener la salud.
En deporte de alto rendimiento hay que tener en cuenta, además, un factor añadido de estrés físico y psíquico, lo que provoca una oxidación y un consumo de sustancias esenciales mayor que la producida en la población normal, circunstancia que debe ser cuidada con atención por los deportistas. Una alimentación equilibrada combinada con una suplementación adecuada de vitaminas, minerales y demás micronutrientes ayudará, no sólo en el logro de un rendimiento deportivo óptimo, sino en la prevención de lesiones innecesarias y como apoyo en la recuperación de las ya existentes, además de evitar problemas de salud general asociados.
FISIOSAN S.L. le ofrece una amplia gama de suplementos nutritivos que, unido a sus esfuerzos, le ayudarán a conseguir sus objetivos.
DIETA BÁSICA SANA. ¿Qué es una dieta sana? Es una dieta que proporciona niveles óptimos de nutrientes para el mantenimiento y regeneración del organismo, y bajos niveles de alimentos perjudiciales para la salud. Todo lo que ingerimos a lo largo del día representa una medicina o un tóxico en potencia para nuestro organismo.
Una alimentación equilibrada tiene una amplia base de hidratos de carbono complejos (cereales integrales, pan, pasta, arroz integral, patatas, legumbres, etc), mucha fruta y verdura (contienen fibra, vitaminas y minerales), aceites vegetales no refinados y pescado azul. Alimentos como los lácteos, la carne y los huevos han de ser ingeridos de forma eventual. Otros, como el azúcar o los alimentos procesados industrialmente y las grasas saturadas, deben ser evitados, como veremos más adelante.
Alimentos recomendables obligados: Frutas completas y zumos naturales no ácidos. 4 Raciones diarias. Verduras y hortalizas crudas, al vapor, al horno (de hoja verde, todo tipo de coles, raíces, etc). 1 Ración cruda (ensalada) y otra cocinada al día, como mínimo. Cereales integrales, al menos en un 70% de los totales ingeridos (arroz, trigo, avena, centeno, mijo, cous-cous, pasta, pan, etc) Legumbres (soja, lentejas, garbanzos, judías, guisantes, etc). Tofu, seitán. 2 Raciones diarias. Germinados (brotes de soja, de alfalfa, de trigo, etc). 2/3 Veces semanales. Semillas y nueces (en poca cantidad). 2 Veces semanales o más. Aceite de oliva virgen prensado en frío, aceite de lino. Diario. Pescado azul de aguas frías (salmón, arenque, sardinas, boquerones, caballa, trucha de río) Se puede sustituir por una cucharada diaria de aceite de lino. 2/3 Veces semanales. Agua mineral y zumos (3:1). 8 Vasos grandes al día (entre los dos).
Alimentos recomendables opcionales: Lácteos (mejor olvidar la leche de vaca; la leche de cabra es más digestiva.) Es mejor tomar productos fermentados como yogur biológico (con bifidobacterias, etc) y quesos frescos (mejor de oveja o cabra). 1 Ración diaria, máximo. Carnes biológicas (mejor de caza o no estabuladas). Evitar el cerdo. 1 Vez cada 10 días.
Huevos biológicos. 2 A la semana. Se recomienda que todos los alimentos procedan de cultivos o cría biológicos, en la medida de lo posible, debido a la ausencia de pesticidas, metales pesados, antibióticos, hormonas y otras sustancias tóxicas, en su interior.
Alimentos perjudiciales: Limitar su consumo al máximo, ya que, no sólo no aportan ningún nutriente, sino que provocan, tarde o temprano, trastornos en la salud. Son: Azúcar refinada y dulces. Grasas saturadas (de procedencia animal) y grasas “Trans” o hidrogenadas (margarina, bollería, aceites refinados, etc). Sal en exceso. Embutidos (a excepción del jamón ibérico de bellota, en pequeñas raciones). Harinas blancas refinadas (pan blanco, pasta blanca, etc). · Productos procesados industrialmente (productos preparados, precocinados, enlatados, en conserva) con conservantes o colorantes químicos. Carne roja y aves, en exceso (más de una vez por semana). Procurar que la carne sea de origen biológico o de caza. En especial, evitar el cerdo y la grasa animal. Tabaco y alcohol (sí se recomienda una copa de vino tinto bueno, diaria).
A continuación, exponemos una dieta básica equilibrada, que puede servir como modelo:
1. Líquido: Bebe mucho, en cantidades pequeñas repartidas durante todo el día y entre comidas, un mínimo de 2,5 a 3 litros, entre agua y zumos de fruta, en una proporción de 2/1. Hay que evitar el café en lo posible, los refrescos con cafeína y gaseosas. Evitar la leche de vaca o no superar más de un vaso al día.
2. Desayuno: Fruta, zumos naturales, cereales integrales (muesli) con yogur Biológico, pan integral con aceite de oliva y tomate. Algo de queso (mejor fresco), frutos secos, malta, infusiones, achicoria. Leche de soja.
3. Almuerzo: Fruta, pan integral (bocadillo) con queso, aceite de oliva, tortilla española o francesa, tomate, boquerones, etc.
4. Comida: Verduras crudas (ensaladas) y cocinadas, arroz integral y cereales integrales (cocidos o en brotes), cualquier tipo de pastas (integrales), legumbres cocidas o en brotes (como lentejas, garbanzos, soja, etc.). Tofu, seitán. Pescado (mejor azul), carne de cordero (sin grasa) o de pollo de granja, pato o pavo, hasta dos veces a la semana. Huevos de granja, pero no fritos. Nunca carne de cerdo ni embutidos: como única excepción: jamón serrano de bellota o de York. Patatas, fruta.
5. Merienda: Yogur con fruta, plátanos, frutos secos, infusiones
6. Cena: Más o menos como la comida, también sopas o hervidos de verduras, etc. Pan integral.
LA DESHIDRATACION.
La deshidratación es un trastorno que ocurre cuando una persona pierde más líquidos (por ejemplo, en forma de orina o sudor) que los que ingiere. La deshidratación no es un problema tan grave en un adolescente como puede serlo en un bebé o un niño pequeño, pero si no haces caso a tu sed, la deshidratación puede quitarte muchas energías.
Cuando una persona se deshidrata, significa que la cantidad de agua que contiene su cuerpo ha descendido por debajo del nivel adecuado (nuestro cuerpo contiene aproximadamente dos tercios de agua). Las pequeñas pérdidas de líquidos no representan ningún problema y en la mayoría de los casos pasan completamente desapercibidas. Pero perder una cantidad importante de agua puede hacer que una persona se encuentre francamente mal.
¿Cómo se deshidrata la gente?
Una causa habitual de deshidratación en los adolescentes son las enfermedades gastrointestinales. Cuando te infectas por un bichito estomacal o intestinal, puedes perder mucho líquido a través de los vómitos y las diarreas. También te puedes deshidratar si haces mucho ejercicio físico y no repones los líquidos que gastas, aunque es muy poco habitual llegar siquiera al nivel de la deshidratación moderada mientras se hace deporte u otra actividad física normal al aire libre.
Algunos atletas se deshidratan a propósito para perder peso rápidamente antes de una gran competición o de un acontecimiento deportivo importante, sudando en saunas o utilizando laxantes o diuréticos, que les hacen ir más al váter. Pero estas prácticas son mucho más nocivas que buenas. Los atletas que las utilizan se sienten más débiles, lo que repercute desfavorablemente sobre su rendimiento, y además pueden provocar problemas mucho más graves, como anomalías en los niveles de sodio y potasio del organismo. Estos cambios, a su vez, pueden ocasionar problemas en el ritmo cardíaco.
El hecho de ponerse a dieta también puede mermar considerablemente las reservas de agua de una persona. No te fíes de las dietas que hacen hincapié en "dietas secas" como una forma rápida de perder peso.
Tratar la deshidratación
Para tratar la deshidratación, es preciso restablecer el adecuado equilibrio hídrico en el organismo. Pero primero uno tiene que reconocer el problema. La sed es el mejor y primer indicador de deshidratación potencial. A pesar de que la sed es un indicador de deshidratación, no se trata de un signo de alarma temprano. Cuando experimentes sed, es posible que ya estés deshidratado. Otros síntomas de deshidratación son:
- sentirte mareado o inestable, como si se te fuera la cabeza
- tener la boca seca o pegajosa
- orinar menos y orinar más oscuro
Al tratarse de un trastorno progresivo, una persona se va encontrando mucho peor a medida que la deshidratación va afectando a más sistemas corporales y a más órganos.
La forma más fácil de evitar la deshidratación es beber mucho líquido, sobre todo en los días calurosos, secos y/o ventosos. Esto puede implicar beber entre 6 y 8 vasos (entre 1,4 y 1,9 litros) diariamente para algunas personas, dependiendo de factores como cuánta agua obtienen a través de los alimentos y cuánto sudan a consecuencia de la actividad física que realizan. Recuerda que el hecho de beber agua no añade calorías a tu dieta y puede ser muy bueno para tu salud.
Cuando tengas pensado pasar un tiempo al aire libre en un día caluroso, vístete adecuadamente para la actividad que vayas a desarrollar. Ponte prendas holgadas y un gorro, si es posible. Así te mantendrás más fresco y sudarás menos. Si te mareas, tienes la sensación de que se te va la cabeza o tienes mucha sed, tómate un descanso de varios minutos. Siéntate a la sombra o en un lugar fresco y bebe agua.
Si vas a practicar algún deporte o a participar en una actividad física agotadora, deberías hidratarte bien bebiendo algo de líquido antes de iniciar la actividad. También deberías beber a intervalos regulares (cada 20 minutos aproximadamente) mientras realices la actividad y al finalizarla. El mejor momento para entrenar o hacer deporte es a primera hora de la mañana o a última de la tarde para evitar las horas más calurosas del día.
Si tienes un bichito en el estómago o los intestinos que te está dando la lata y no paras de hacer visitas al váter, probablemente no te apetecerá comer ni beber nada. Llevarte algo a la boca probablemente sería lo último que se te pasaría por la cabeza, pero aún y todo, necesitas beber. Ves dando pequeños sorbos de líquido frecuentemente. Algunas personas toleran mejor chupar cubitos de hielo.
El hecho de no consumir bebidas que contengan cafeína, como el café, el té y los refrescos de cola, puede ayudarte a evitar la deshidratación. La cafeína es diurética (te hace orinar más a menudo de lo que necesitas orinar normalmente).
¿Cuándo deberías ir al médico?
Generalmente la deshidratación se puede tratar simplemente bebiendo líquido. Pero si te desmayas o estás a punto de desmayarte cada vez que te incorporas (incluso un par de horas después de la aparición de los primeros síntomas de hidratación) o si orinas muy poco, deberías decírselo a un adulto para que te lleve al médico. Probablemente el médico sólo te pedirá que bebas más líquido, pero si estás más deshidratado de lo que creías, es posible que necesites recibir líquidos por vía intravenosa (VI) para acelerar el proceso de rehidratación. Una vía intravenosa es un tubito que se inserta directamente en la vena.
Ocasionalmente, la deshidratación puede ser un signo de algo más grave, como la diabetes, de modo que es posible que el médico te mande algunos análisis para descartar otros problemas potenciales.
Por lo general, la deshidratación se puede prevenir. O sea que sigue bebiendo abundante H2O (agua) para mantenerte saludablemente hidratado.
Revisado por: Kathleen M. Cronan, MD